El impacto ambiental y urbano del NAICM

El proyecto de NAIM

A pesar de que el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) se vislumbra como el núcleo potencial de desarrollo en el Valle de México, es un hecho que el impacto ambiental y urbano que dejará en la CDMX tendrá secuelas a corto, mediano y largo plazo.

Es verdad que sigue en consulta si se terminará la obra del proyecto inicial, pero también es cierto que las lleva por ganar. El NAIM abarcará una superficie de 4,000 hectáreas, y su zona de influencia se extenderá por más de 20,000 hectáreas en municipios como Texcoco, Chimalhuacán, Atenco, Chicoloapan, Nezahualcóyotl y otros 7 municipios del Estado de México; mientras que, al oriente de la CDMX incluye directamente las delegaciones Gustavo A. Madero, Iztacalco, Venustiano Carranza e indirectamente Iztapalapa y Tláhuac.

La importancia de hacer referencias a las zonas involucradas o afectadas en el proyecto, es porque la Zona Metropolitana cuenta actualmente con 21.1 millones de habitantes y 2,304 kilómetros cuadrados; por su parte, la región del nuevo aeropuerto incluye 560 kilómetros cuadrados y representa 24.3% de la superficie urbanizada.

El oriente del Valle de México se ha caracterizado por ser una región representada por el caos territorial; por la pobreza, la escasez de servicios, los deplorables espacios públicos, las pocas oportunidades de empleo y de desarrollo para sus habitantes. Aquí, aunque no queramos generalizarlo, la degradación urbana y ambiental es común. ¿La llegada del NAIM será capaz de cambiar su suerte?

El tema económico es algo muy importante, seguramente se generarán más y mejores empleos, se podrá incidir en el crecimiento de las zonas agropecuarias, las zonas industriales y las zonas de comercio.

Al respecto, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) ha asegurado que ya se tiene determinado, para cada una de las zonas, el porcentaje de viviendas con agua, con drenaje, electrificación y sus niveles de concentración económica. ¿Esto significa que no quieren afectarlos?

¿Cuál es el impacto ambiental del NAIM?

En el proyecto del NAIM sobresalen las obras hidráulicas de regulación y protección, planeaciones de drenaje, tratamiento, rehúso de aguas residuales, incluso la creación de nuevos hábitats lacustres para aves. ¿A qué viene esto? Pocos lo saben, pero mientras continúa la disyuntiva si prosiguen con el proyecto del NAIM, lo detienen o dan marcha atrás, el gobierno ha estado drenando el lago Nabor Carrillo.

Se trata de un lago poco profundo, abarca 917 hectáreas y representa un importante hábitat para aves migratorias, esto por supuesto ha sido un hecho que se ha ocultado, un hecho que ni para las aves es tolerable. Se espera, que realmente  las autoridades en cumpliendo con el ordenamiento de la Resolución en Materia de Impacto Ambiental busquen una solución al respecto.

¿Qué dice la SEDATU acerca del impacto urbano del NAIM?

Por el momento, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano no ha dado detalles del trabajo realizado en torno al NAIM, al no haber sido solicitada la información, pero sí ha revelado que se cuenta con más de 50 planos en diversos estudios respecto a los trabajos que se deben realizar en la zona con una visión a largo plazo.

En esos documentos oficiales se detalla e identifican los usos de suelo y de estructura territorial, la infraestructura básica que articulará con la movilidad regional y la jerarquía de servicios metropolitanos que complementarán los equipamientos existentes.

Hablando de infraestructura, el proyecto del NAIM incluye la red del metro y metrobús; así como nuevas vialidades de conectividad e integración metropolitana, con dichas alternativas se buscará agilizar la movilidad en la zona, pensando en el crecimiento de tránsito que habrá. También se tiene contemplado el transporte público que tendrá acceso al aeropuerto.

En otro punto, se habla de gestionar un plan en el que la población que viene o sale del oriente no utilice solamente la vía Peñón-Texcoco, sino que como apoyo pueda salir al sur en un extremo de la avenida Ignacio Zaragoza.

Posteriormente, se tiene pensado crear un nuevo Paseo de la Reforma en las dos pistas actuales del aeropuerto, con las cuales definitivamente se aportará mejor y mayor movilidad, ello bajo la orientación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que ha mostrado su interés y preocupación por el desarrollo urbano.

Finalmente, pese a que el próximo presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha dicho que la consulta ciudadana será vinculante, es decir, que lo que resulte de ella “eso se hará”, la verdad es que se ha abordado un análisis realizado por la firma MITRE, de Massachusetts, y los resultados no le han favorecido, resulta inviable la operación de dos pistas en Santa Lucía, el cual era el plan alterno de AMLO.

Precisamente por los riesgos ambientales, la decisión de dónde estará el NAIM no debe dejarse a la consulta de la población, en cualquiera de los dos lugares –Texcoco o Santa Lucía- el tema ambiental y urbano adquiere relevancia.

Lo bueno y lo malo que contó en el gobierno de EPN

Enrique Peña Nieto

La última etapa del gobierno de Enrique Peña Nieto, a muchos da (con y sin fundamentos) la capacidad de valorar qué fue lo bueno y lo malo que contó durante todo el sexenio. Siendo que, desde el quinto y hasta el sexto año, la administración federal prepara el momento de cierre de gestión, donde habrá que contar qué proyectos se lograron consolidar, cuáles quedaron a medias o qué otros ni siquiera se emprendieron, quedando en el olvido.

Durante fechas pasadas, hemos sido testigos del proceso entrega-recepción en las reuniones de trabajo entre Peña Nieto y el candidato electo, Andrés Manuel López Obrador. Uno de los asuntos más importantes a observar es la capacidad que tendrá EPN para cerrar los procesos más importantes de su administración, cuando lo ideal sería propiciar un contexto sociopolítico que facilite la entrega-recepción, así como el arranque de la nueva gestión.

Puntos buenos

Si algo hay que rescatar de lo bueno del gobierno de Enrique Peña Nieto, son las reformas estructurales, a pesar de que con ellas no se han obtenido resultados a corto plazo. Un ejemplo claro es la reforma en telecomunicaciones, que actualmente ya cuenta con factores positivos al haberse eliminado el pago por realizar llamadas a larga distancia, sumado al momento de la competencia libre y la reducción de los precios de los servicios de comunicación que utilizan cada vez más número de mexicanos.

Por otro lado, se considera que la más relevante de las reformas estructurales, que proporcionará resultados favorables a largo plazo, será la reforma energética, misma que llegó después de 75 años de haber estatizado esta actividad económica.

En materia de educación, algunos expertos mencionan como ‘bueno’ el plan de elevar la calidad de la educación a través de la evaluación a los maestros. Además, en el gobierno de EPN se presentó un modelo educativo con nuevos programas de estudio y una estrategia nacional que incluye la implementación del idioma inglés en las aulas.

En el ámbito internacional se ratificó el Tratado sobre Comercio de Armas, que busca dar solución al tráfico ilícito; por otro lado, el Tratado para la Prohibición de Armas Nucleares, con el que se logra dar continuidad al activismo mexicano.

Finalmente, los analistas coinciden que otro punto destacable y positivo es el énfasis que se ha dado al turismo, convirtiendo a México en la octava potencia turística mundial.

Puntos en contra

Basados en las encuestas que varios periódicos nacionales han mostrado en sus páginas, Enrique Peña Nieto aparece como el mandatario peor evaluado en las últimas dos décadas, esto manifiesta la desaprobación de la mayoría de la población. Recordamos entonces los recurrentes escándalos en los que se ha visto involucrado, los cuales solo han servido para seguir socavando su precaria imagen pública, ejemplo de ello el caso de La Casa Blanca o el plagio de su tesis de licenciatura.

Y si nos vamos más a fondo, si nos fijamos en su equipo de trabajo, encontramos la actuación reprobable de los gobernadores (sobre todo priistas), tales como Javier Duarte, en Veracruz; Tomás Yarrington, en Tamaulipas; Manuel Velasco, en Chiapas; los hermanos Moreira, en Coahuila; Eruviel Ávila, en el Estado de México, y Roberto Borge, en Quintana Roo. A ellos se les adjudican situaciones como la violación de derechos humanos de periodistas, nexos con el crimen organizado, corrupción e incremento de deuda pública; se trata de casos de ingobernabilidad que han llevado al país a padecer altos índices de violencia en sus entidades.

No olvidemos, la marca que ha quedado grabada en el currículo de Peña Nieto, la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero. Un caso sensible que se mantiene sin resolver, donde los culpables son escasos y la ‘verdad’ sigue sin convencer a nadie, poniendo en evidencia la severa crisis de derechos humanos que se vive en México.

El gobierno de EPN se ha caracterizado por los pocos resultados demostrables en materia de seguridad o en materia social; donde poco se ha logrado en el combate a la corrupción. Claramente, la estrategia de Peña Nieto deja mucho que desear porque percibimos y vivimos más violencia, a pesar de que se han capturado capos de la droga y delincuentes no alcanzamos un poco de paz, el panorama de nuestra ciudad se ha definido por la inseguridad y delincuencia.

Luego, con la llegada de Donald Trump al gobierno de los Estados Unidos, en noviembre de 2016, la economía mexicana que ya se encontraba en un punto difícil se instaló en un momento más complicado, donde los indicadores que demuestran dichas dificultades son:

  • El promedio anual del incremento del PIB de 2.02%.
  • El precio de la divisa estadounidense, que rebasó la barrera de los 20 pesos.
  • La venta de petróleo en 100 dólares el barril, cuando al principio del sexenio fue una de las estrategias más importantes del gobierno federal. La radical caída de este hidrocarburo tuvo por su parte dos impactos importantes: el descenso del gasto del gobierno federal y la crisis de las zonas petroleras del país.

Como dato adicional, hay que recordar que en los últimos sexenios la constante en México ha sido que los presidentes salientes dejen al país lastimado, endeudado, desmotivado; con huecos, asuntos escondidos y sin resolver, entonces el gobernante entrante se topa con enormes dificultades para el comienzo de su mandato. De ahí la importancia de analizar qué cosas buenas y qué cosas malas contamos para el gobierno de Peña Nieto, porque todo cuenta.

 

Planifican regulaciones a salarios de servidores públicos

Poco a poco las acciones del nuevo gobierno que llegará a México van dando de qué hablar, desde los cambios en el Congreso de la Unión, donde el partido Morena es mayoría, los diputados ya comienzan a trabajar en las regulaciones a salarios de servidores públicos, una de las principales propuestas de gubernatura del candidato electo Andrés Manuel López Obrador.

Con la implementación del plan de austeridad, el cual incluye especialmente reducir sueldos a los altos funcionarios a través de la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos, se tiene el objetivo de alcanzar un ahorro de hasta 2,752 millones de pesos.

Actualmente son 687 funcionarios quienes perciben ingresos anuales superiores a un millón de pesos.

¿Qué otras medidas se integran al plan de austeridad?

No será solamente el sueldo de los servidores públicos con el que se logre el objetivo, otras formas que suponen un ahorro importante para la nación serán: prestaciones superiores, como prima vacacional, seguro de vida institucional, seguro de retiro y gastos médicos mayores. Cualquier tipo de bonos, incentivos, vales para alimentos y de transporte, lo cual se verá reflejado en el capítulo 100 presupuestal.

Prestaciones adicionales que vale mencionar son: el arrendamiento mobiliario, de vehículos terrestres, aéreos, marítimos y lacustres -esto supone un ahorro de 353 millones de pesos-. Además, se espera la reducción en el número de comisiones ordinarias, especiales y centros de estudio de la Cámara de Diputados, actualmente son 53.

Sin duda, se trata de un nuevo punto de partida, cuya apertura será el 1° de diciembre, López Obrador junto con su equipo se encuentra sentando las bases del nuevo paradigma para la administración pública, pensando en una remuneración que no sea alta para los funcionarios, pero sí digna para su labor. Después se logrará establecer la estrategia para el presupuesto de 2019.

Estas condiciones no son una imposición ni una muestra de arbitrariedad, tampoco son aceptadas por la totalidad, habrá quien las reconozca y se quede a trabajar para la ‘cuarta transformación del país’, por otro lado, los que se sientan agraviados estarán en su derecho de decidir si continúan o no, por supuesto hasta donde su mismo contrato y su misma relación laboral lo permitan.

Ningún servidor público ganará más que el Presidente

Anteriormente, AMLO dio a conocer el sueldo que va a ganar una vez que tome el cargo, 108 mil pesos mensuales, esto es 40% de lo que recibe el Presidente Enrique Peña Nieto. Sabemos que la nueva normativa busca establecer que ningún servidor público gané más que el Presidente de la República, y esto será establecido en el Presupuesto de Egresos de la Federación.

Y no hay marcha atrás, en la legislación se sumará al capítulo V Bis, al título décimo del libro segundo del Código Penal Federal, la especificación de que ‘para aquellos que reciban más ingresos que lo establecido e incurra en una responsabilidad administrativa o política, se le considerará culpable del delito de remuneración ilícita’.

Propuestas de AMLO: ¿Qué es lo que nos espera los siguientes 6 años?

Las propuestas proclamadas por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, pusieron muchas veces en duda su capacidad para concretar un objetivo, fueron razón de debate entre políticos, empresarios y la sociedad, porque el candidato no precisaba cómo llevaría a cabo esos proyectos que daba a conocer en sus presentaciones en campaña, incluso en videos publicados en sus redes sociales.

Una vez que comenzó a trabajar en el cambio de sexenio, notamos que ofrece transparencia y argumentos válidos en cada una de las reuniones en las que se presenta, entonces se ha logrado descartar –casi al 100%- la posibilidad de enfrentar un desequilibrio económico en México durante su gobierno.  

Principales compromisos pactados

Autonomía del Banco de México para lograr un equilibrio macroeconómico. No se pretende tomar partido en las decisiones que tome el Banco de México. Mucho menos aumentará el déficit, por el contrario, se buscará que exista cero déficit. Además no habrá aumento de impuestos, llámese IVA e Impuesto Sobre la Renta (ISR); en resumen, se mantendrán los mismos impuestos y las mismas contribuciones.

El principal punto se trata del financiamiento del gasto público, que de acuerdo al plan de combatir la corrupción conlleva a reducir el gasto corriente que ha crecido muchísimo en los últimos gobiernos;  terminar con los privilegios de ciertos cargos es la prioridad. Los fondos se utilizarán para el desarrollo general. Asimismo, el recorte del gasto corriente permitirá que aumente la inversión pública, la cual se utilizará como capital semilla y se complementará con la inversión privada para impulsar proyectos productivos.

Reconstruir la reforma fiscal se volverá un reto para recuperar el daño ocasionado en el sector productivo del país. Finalmente se crearán más empleos para lograr el crecimiento.

Ley de amnistía y reducción de penas

La supuesta amnistía para los líderes criminales, será una decisión sometida a la consulta ciudadana. La propuesta de López Obrador para garantizar la paz, consiste en explotar las posibilidades para disminuir la violencia en México, el decreto a la amnistía significa escuchar a las víctimas… desde otra perspectiva significa pactar con el gobierno de Estados Unidos que lleve a cabo campañas para aminorar el consumo de drogas.

La pobreza ha ocasionado que los productores decidan tomar otro camino, aparentemente fácil pero peligroso, pero que les deja mayores ganancias. Por ello, en el plan de AMLO se convocará a representantes de Derechos Humanos, líderes religiosos, a la ONU y otros organismos nacionales e internacionales para elaborar un plan de reconciliación y paz para México, donde se analice si podría haber o no amnistía para quien haya cometido un delito.

De acuerdo a Olga Sánchez Cordero, titular para la Secretaría de Gobernación -del equipo de Morena- para combatir la inseguridad, sí se planteará una ley de amnistía pero también se propondrá una reducción de penas.

El nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, ¿se cancela o sigue?

Hubo mucha polémica cuando López Obrador dijo, que en caso de ganar la presidencia de México, se cancelaría el proyecto del nuevo aeropuerto, esto a pesar del volumen de inversiones implicadas y el avance de la obra. Políticos y grupos empresariales fueron los que rechazaron la postura del líder de Morena.

El argumento para detener la construcción, subrayaba que el gasto había sido excesivo, que los impactos en el medio ambiente también sobrepasaron los límites y que no valía la pena dejar de usar un aeropuerto que ya estaba construido y además había sido remozado.

AMLO ha propuesto construir dos pistas de aterrizaje en el Aeropuerto Militar de Santa Lucía como solución a la saturación actual del aeropuerto; no obstante, consciente de los hechos dijo estar dispuesto a llegar a un acuerdo con los empresarios, y así lanzar una convocatoria para concesionar la construcción y operación del nuevo aeropuerto, como última opción, aceptará mantener el proyecto actual.

Rescatar el sector energético

En el nuevo sexenio será importante impulsar la producción nacional de energía, generar mayores alternativas de energías renovables, así como fortalecer Pemex y la Comisión Federal de Electricidad, con el objetivo de reducir la dependencia energética del exterior.

López Obrador ha prometido analizar los contratos derivados de las licitaciones energéticas, revisar la actual explotación de hidrocarburos y la inversión privada -que el gobierno de Peña Nieto concedió-, además de modernizar y construir nuevas refinerías, e impulsar la extracción de gas.

¿Qué otras propuestas nos han dado mayor claridad para lo que nos espera los siguientes seis años?

AMLO: ¿Socialista o capitalista?

AMLO Capitalista

Muchos quisiéramos que la actual situación de México mejorara, tras años del mismo tipo de gobierno no queda más que culpar al sistema capitalista de los infortunios de la nación, sin mencionar en específico los nombres de quienes han llevado al país a un empobrecimiento financiero y social.

Entonces, si el capitalismo no ha funcionado para avanzar como país, ¿es adecuado cambiar a un modelo socialista? En los últimos años, se ha notado un aumento de políticos interesados en el socialismo, influenciados por países como Cuba y Venezuela, ¿pero cómo?

Realmente no parecen ejemplos a seguir, al contrario, recordemos el temor que causaba y las críticas que recibía el próximo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador: ‘nos volverá como Venezuela’, ‘se aferrará por años al cargo como mandatario’.

No obstante, hay que recordar que aunque las bases del sistema socialista persiguen una revolución en el orden social, económico y político, también buscan crear una igualdad de clases, y sobre todo una mejora económica para aquellos que viven en la pobreza o se encuentran en la miseria.

En sí, el socialismo persigue los bienes de la producción y que las riquezas estén verdaderamente en manos del pueblo, alcanzando así una democracia, caso peligroso para la clase alta. El socialismo busca conceder el poder a las masas, mejorar las condiciones sociales y de ese modo, crear un país más fuerte… ¿A caso las propuestas de AMLO tienen ese objetivo?

Las propuestas de AMLO siguen un eje capitalista

Si bien se considera a AMLO como un defensor de las clases menos favorecidas, sus propuestas, en ocasiones, no están tan encaminadas a su bienestar. Su proyecto económico claramente tiene tintes capitalistas, como el desarrollo del Tren Turístico Transpeninsular y el Corredor Transístmico para el Desarrollo Integral del Istmo de Tehuantepec, los cuales apuntan a una visión futurista y moderna, en donde la inversión privada se ve claramente beneficiada.

Por otra parte, sus programas sociales sólo podrían llevarse a cabo con una buena inversión capitalista, pues sin un aumento en la recaudación fiscal, los recursos que consume la corrupción no serán suficientes para hacerlos realidad.

Recientemente, Obrador anunció que desea aumentar las jornadas laborales a los empleados de confianza del gobierno, de lunes a sábado, 8 horas diarias. De acuerdo con los datos de la OCDE, los países con mayor productividad y bienestar se caracterizan por tener jornadas laborales reducidas. Si su objetivo es tener un mejor desempeño de la función pública, definitivamente está cometiendo un gran error con grandes repercusiones sociales. Cabe mencionar que una visión socialista, apelaría más al bienestar del trabajador.

El mensaje de José Alberto Mujica

El mensaje de una figura importante del socialismo, José Alberto Mujica, exmandatario de Uruguay, para el próximo presidente mexicano, ha sido ‘salvar el destino de ese maravilloso pueblo’ que es México.

Sabiendo sobre la situación del país y que se necesita de mucho trabajo para implementar una nueva forma de gobierno, Alberto Mujica señaló como prioridad la voluntad que deberá tener AMLO y la compañía con la que tendrá que contar para el gigantesco desafío que México tiene por delante.

En el año 2010, con casi 75 años cumplidos, Mujica asumió la presidencia de la República Oriental de Uruguay; sobresalió por su incansable labor social, por su compromiso con la ciudadanía y su vida austera.

López Obrador no es para nada un líder socialista, más bien busca el orden dentro de la sociedad capitalista y de las clases sociales. Más que luchar por el bien de los pobres, desea empoderar al país como potencia. La cuestión es: cuál será su plan, si no es muy claro en sus métodos, ni firme en sus declaraciones.

Expectativas hacia el gobierno de AMLO: Entusiasmo y temor

Andrés Manuel López Obrador es el primer presidente mexicano que llega con una de las más altas expectativas sociales de las últimas décadas, con mayor porcentaje de aceptación entre la ciudadanía, confiriéndole un 53% de votaciones.

Las principales expectativas -tras 18 largos años de campaña- tienen que ver con la seguridad, la economía y la política, tres aspectos que a nivel social se encuentran muy vulnerables. En definitiva, el ánimo de la sociedad está afanoso, en espera de resultados claros en el primer año de su gubernatura.

A pesar de que la mayoría de la población recibió con alegría, entusiasmo, satisfacción, seguridad, tranquilidad y confianza el triunfo de López Obrador, por el otro lado, se encuentra el porcentaje de la población que recibió la noticia con enojo, decepción, tristeza, inseguridad, incluso miedo.

Aún no comienza el nuevo sexenio y la administración de López Obrador ya está en la mira, tanto a nivel nacional como internacional. La entrega de resultados es un objetivo que tienen en común los simpatizantes y personas que no confían en el candidato, estas personas, desconfiadas de AMLO, tienden a mostrarse más exigentes.

Andrés Manuel López Obrador sabe que tiene la responsabilidad de cumplir con sus promesas, con su plan de trabajo, y sobre todo dar buenos resultados, finalmente ha prometido ser parte de la cuarta transformación de México, la gente quiere que se note el cambio de gobierno que tanto ha promulgado, sin importar que el país siga su desarrollo dentro de una sociedad capitalista.

Aumento arbitrario en salarios a burócratas

Desde mediados de junio, la alta burocracia federal se ha visto beneficiada con un aumento salarial impulsado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de forma ‘oculta’, justo dos semanas antes de la elección presidencial. En total, los beneficiados fueron 317 mil 879 funcionarios, entre ellos se encuentra, evidentemente, el todavía presidente Enrique Peña Nieto y altos mandos de la burocracia mexicana.

Realmente dicha acción no es de sorprender, pues no se trata de la primera vez que en la Secretaría se realizan este tipo de actualizaciones, se ha hecho los tres años anteriores bajo el fundamento de cinco normativas, entre las que se incluyen leyes, manuales y reglamentos. Las actualizaciones pasadas de los tabuladores se han enviado en los años 2017 y 2016, con los oficios 307-A-313 y 307-A1949, respectivamente.

Los representantes del Congreso fueron quienes intervinieron en la aprobación del aumento en el Decreto del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2018, donde se estipula que los incrementos salariales para servidores públicos se basan en los nexos 7 y 25 del decreto mencionado.

¿Quiénes son los innegables beneficiados?

Los ajustes más altos han sido evidenciados con las siguientes cifras:

 

Cargo Sueldo Aumento
Presidente $209,967 $222,261
Secretarios de Estado $218,586 $235,884
Subsecretarios de Estado $199,992 $217,257
Directores generales $189,529

$207,000

 

Una vez dada la autorización, algunos funcionarios confirmaron que se les entregó el pago retroactivo, y que simplemente apareció en sus recibos de nómina, como si les hubiera caído del cielo. Mientras que, la Secretaría de Hacienda se tomó su tiempo para revelar dicha información, no fue sino hasta el 19 de julio que dio a conocer el aumento salarial que fue aplicado desde el 13 de junio del año en curso.

De acuerdo a la investigación de los periodistas: Angélica Enciso y Enrique Méndez, con el oficio de número 307-A-1665 (con fecha del 13 de junio) la SHCP notificó a través de los canales constitucionales a todas las áreas del gobierno el reajuste establecido en el tabulador de sueldos y salarios brutos de la administración pública centralizada y cómo implementarlos, con el propósito de hacerlos efectivos.

Además, la dependencia explicó en un comunicado que la actualización de los tabuladores se hizo conforme a lo estipulado por las leyes y reglamentos, considerando siempre el impacto en el Presupuesto de Egresos 2018 que aprobó el Congreso de la Unión.

Actualmente, en las instituciones de la administración pública laboran un millón 567 mil 381 trabajadores, de ellos sólo 317 mil 879 son de confianza, y por tanto, son los beneficiados directamente con el incremento salarial.

¿Qué acciones llevará a cabo el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador bien conocido por su lema de ‘acabar con la mafia del poder’, y por lo tanto con la corrupción desde raíz?

Es claro que quienes todavía tienen el poder han tomado medidas desesperadas, previniendo la mala racha que se les viene, pues AMLO ha dejado en claro que los salarios de los altos funcionarios serán reducidos, y que nadie podrá ganar más que el presidente, cuyo sueldo será de 108,000 pesos.

 

AMLO: ¿soluciones contra la corrupción o castillos de arena?

observaciones en una auditoría pública

Actualmente, México ocupa la posición 135 en los parámetros de corrupción a nivel mundial, sólo por debajo de seis países africanos, cinco del Medio Oriente y desde luego, en América Latina, de Venezuela.

Es considerado una de las economías más poderosas de América Latina. Por otra parte, países como Argentina, Costa Rica, incluso Brasil y Colombia presentan índices muchísimo más bajos en cuestiones de corrupción e impunidad.

¿Será que el sexenio que está por terminar dejó sumamente dañado al país en cuestiones de economía, desarrollo y reformas? Después de un saqueo de millones de pesos, orquestado por varios funcionarios del PRI, y una deficiente toma de decisiones por los altos mandos, sólo queda una impagable deuda externa, una inflación pronosticada del 27% y una nombrada ‘mafia del poder’ imposible de exterminar.

La pregunta es: ¿López Obrador de verdad tiene la capacidad para acabar con la corrupción, la pobreza y los problemas económicos del país?

Hasta la fecha, el candidato López Obrador se jacta de que será siempre un presidente honesto, que pondrá en práctica un plan de austeridad y de transparencia en los servidores públicos, incluso que suspenderá la pensión a los expresidentes; que si bien no supone un gran ahorro o cambio en la economía del país, es una propuesta capaz de llenar de esperanza a los ciudadanos menos desfavorecidos.

En cuestiones de corrupción, transparencia y rendición de cuentas, AMLO planea eliminar a todas las empresas fantasmas y dar transparencia a las licitaciones públicas que tienen el objetivo de contratar proveedores del sector privado, lo cual ya existe, pero no es algo que se haya puesto en práctica durante el sexenio pasado; es más, la ausencia de dicha medida propició las triangulaciones con universidades y empresas fantasmas para desviar millones de pesos del erario.

También, tiene en la mira el desarrollo de los jóvenes, AMLO tiene planeado crear un programa social que ayudará a ese sector poblacional que no estudia ni trabaja, con un plan de becarios para que tengan oportunidades de estudiar y trabajar: ‘becarios sí, sicarios no’.

Para financiarlo, nuevamente hace alarde de su combate contra la corrupción, la cual dejó un déficit de 500.000 millones de pesos al año; con esa recaudación, AMLO podría cumplir su compromiso, según él. Eso sí, siempre y cuando cumpla ‘su sueño’ de eliminar la corrupción de tajo.

No obstante, muchos expertos en economía discrepan de los intentos de financiamiento de López Obrador, ya que la única forma de llevar a cabo varios de sus programas sociales, sería elevando la recaudación fiscal, cosa que él jura no será una opción en su gobierno.

El líder de Morena se ha abanderado como héroe de la nación y fiel combatiente de la nación; la gente confía en él o simplemente tiene la esperanza de no seguir empobreciéndose más, ni vivir de las sobras de los fallidos programas sociales de Sedesol.

Sin embargo, este defensor también ha tenido sus deslices con la corrupción o al menos hay fuertes sospechas en su contra, sólo que con el paso del tiempo, se olvidan. Uno de los más sonados fue cuando estuvo como Jefe de Gobierno en la Ciudad de México, ahí enfrentó un proceso de desafuero por desatender una orden judicial que le impedía construir en un terreno expropiado.

Se especulaba que la acusación era más que nada para evitar que fuera candidato presidencial y finalmente se retiraron las imputaciones. Es importante señalar que lo más grave fue cuando tres de sus allegados políticos, René Bejarano, Gustavo Ponce y Carlos Ímaz, fueron acusados de lavado de dinero y corrupción.

Después de haber sido procesados y pasar un tiempo en la cárcel, se rumoraba de su unión a la campaña de AMLO; aunque sólo Bejarano lo admitió públicamente en un mitin, mientras que de los otros dos no hubo pruebas contundentes.

Para acabar con la corrupción hace falta más que puras buenas intenciones, hasta ahorita, AMLO menciona que va a acabar con la corrupción pero nunca dice cómo, y no nos referimos a quitar o poner leyes, ni a reforzar los procesos de transparencia, hace falta plantear todo un sistema anticorrupción en el cual no participe la clase política.

Quizá, la sociedad civil es quien deba ocuparse de ello, por medio de un plan de vigilancia y transparencia, porque volver a confiarle a un político la integridad del país es poco viable, ya que no es para nada una posibilidad que la clase política renuncie a su impunidad y por ende a sus privilegios.

Por otro lado, al parecer la cultura para los candidatos presidenciales no es un tema relevante, ya que poco han dicho al respecto. Tal vez desde ahí debería comenzar el señor Obrador y demás políticos, pues la cultura es un elemento clave para la evolución y prosperidad de una sociedad.