Muchos quisiéramos que la actual situación de México mejorara, tras años del mismo tipo de gobierno no queda más que culpar al sistema capitalista de los infortunios de la nación, sin mencionar en específico los nombres de quienes han llevado al país a un empobrecimiento financiero y social.
Entonces, si el capitalismo no ha funcionado para avanzar como país, ¿es adecuado cambiar a un modelo socialista? En los últimos años, se ha notado un aumento de políticos interesados en el socialismo, influenciados por países como Cuba y Venezuela, ¿pero cómo?
Realmente no parecen ejemplos a seguir, al contrario, recordemos el temor que causaba y las críticas que recibía el próximo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador: ‘nos volverá como Venezuela’, ‘se aferrará por años al cargo como mandatario’.
No obstante, hay que recordar que aunque las bases del sistema socialista persiguen una revolución en el orden social, económico y político, también buscan crear una igualdad de clases, y sobre todo una mejora económica para aquellos que viven en la pobreza o se encuentran en la miseria.
En sí, el socialismo persigue los bienes de la producción y que las riquezas estén verdaderamente en manos del pueblo, alcanzando así una democracia, caso peligroso para la clase alta. El socialismo busca conceder el poder a las masas, mejorar las condiciones sociales y de ese modo, crear un país más fuerte… ¿A caso las propuestas de AMLO tienen ese objetivo?
Las propuestas de AMLO siguen un eje capitalista
Si bien se considera a AMLO como un defensor de las clases menos favorecidas, sus propuestas, en ocasiones, no están tan encaminadas a su bienestar. Su proyecto económico claramente tiene tintes capitalistas, como el desarrollo del Tren Turístico Transpeninsular y el Corredor Transístmico para el Desarrollo Integral del Istmo de Tehuantepec, los cuales apuntan a una visión futurista y moderna, en donde la inversión privada se ve claramente beneficiada.
Por otra parte, sus programas sociales sólo podrían llevarse a cabo con una buena inversión capitalista, pues sin un aumento en la recaudación fiscal, los recursos que consume la corrupción no serán suficientes para hacerlos realidad.
Recientemente, Obrador anunció que desea aumentar las jornadas laborales a los empleados de confianza del gobierno, de lunes a sábado, 8 horas diarias. De acuerdo con los datos de la OCDE, los países con mayor productividad y bienestar se caracterizan por tener jornadas laborales reducidas. Si su objetivo es tener un mejor desempeño de la función pública, definitivamente está cometiendo un gran error con grandes repercusiones sociales. Cabe mencionar que una visión socialista, apelaría más al bienestar del trabajador.
El mensaje de José Alberto Mujica
El mensaje de una figura importante del socialismo, José Alberto Mujica, exmandatario de Uruguay, para el próximo presidente mexicano, ha sido ‘salvar el destino de ese maravilloso pueblo’ que es México.
Sabiendo sobre la situación del país y que se necesita de mucho trabajo para implementar una nueva forma de gobierno, Alberto Mujica señaló como prioridad la voluntad que deberá tener AMLO y la compañía con la que tendrá que contar para el gigantesco desafío que México tiene por delante.
En el año 2010, con casi 75 años cumplidos, Mujica asumió la presidencia de la República Oriental de Uruguay; sobresalió por su incansable labor social, por su compromiso con la ciudadanía y su vida austera.
López Obrador no es para nada un líder socialista, más bien busca el orden dentro de la sociedad capitalista y de las clases sociales. Más que luchar por el bien de los pobres, desea empoderar al país como potencia. La cuestión es: cuál será su plan, si no es muy claro en sus métodos, ni firme en sus declaraciones.
Expectativas hacia el gobierno de AMLO: Entusiasmo y temor
Andrés Manuel López Obrador es el primer presidente mexicano que llega con una de las más altas expectativas sociales de las últimas décadas, con mayor porcentaje de aceptación entre la ciudadanía, confiriéndole un 53% de votaciones.
Las principales expectativas -tras 18 largos años de campaña- tienen que ver con la seguridad, la economía y la política, tres aspectos que a nivel social se encuentran muy vulnerables. En definitiva, el ánimo de la sociedad está afanoso, en espera de resultados claros en el primer año de su gubernatura.
A pesar de que la mayoría de la población recibió con alegría, entusiasmo, satisfacción, seguridad, tranquilidad y confianza el triunfo de López Obrador, por el otro lado, se encuentra el porcentaje de la población que recibió la noticia con enojo, decepción, tristeza, inseguridad, incluso miedo.
Aún no comienza el nuevo sexenio y la administración de López Obrador ya está en la mira, tanto a nivel nacional como internacional. La entrega de resultados es un objetivo que tienen en común los simpatizantes y personas que no confían en el candidato, estas personas, desconfiadas de AMLO, tienden a mostrarse más exigentes.
Andrés Manuel López Obrador sabe que tiene la responsabilidad de cumplir con sus promesas, con su plan de trabajo, y sobre todo dar buenos resultados, finalmente ha prometido ser parte de la cuarta transformación de México, la gente quiere que se note el cambio de gobierno que tanto ha promulgado, sin importar que el país siga su desarrollo dentro de una sociedad capitalista.