El hecho de que la exlideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación de México (SNTE), Elba Esther Gordillo, quedara libre de todos los cargos a muchos ha caído por sorpresa, si recordamos el momento de su detención en febrero de 2013 y las causas de su delito: lavado de dinero, delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, por mil 978 millones de pesos, tras un litigio de más de cinco años, ¿por qué de repente regresa a escena y como víctima?
El abogado de Elba Esther Gordillo, Marco Antonio del Toro Carazo, informó que fue el primer Tribunal Unitario en materia penal quien le dio a conocer la resolución judicial con la cual se puso fin a todas las causas penales que le habrían imputado a la maestra.
Por su parte, Gordillo Morales, tras haber recibido la noticia del decreto de su absoluta e inmediata libertad, hizo llegar un comunicado en el que dijo no hablaría del tema, pues derivado del sobre aislamiento en el que se encontraba sujeta, esta nueva etapa quería asimilarla y vivirla en familia. Será el lunes 20 de agosto, la convocatoria a los medios de comunicación nacionales y extranjeros que tengan interés en conocer su opinión y posición sobre los acontecimientos recientes.
Una deficiente estrategia procesal de la fiscalía
Como apología, se habla de una combinación de deficiencias halladas en la estrategia procesal de la fiscalía mexicana en el caso de la exlideresa sindical. Como acusación central, la fiscalía atribuyó el esquema de desvíos de dinero detectado como lavado de dinero, sin embargo, ahora se menciona que para que hubiera existido el caso de lavado de dinero era necesario aclarar un elemento fundamental: el origen ilícito de los recursos.
Si los recursos que enriquecieron a Elba Esther Gordillo formaban parte del patrimonio del sindicato, ¿por qué el propio sindicato nunca denunció irregularidades en su sistema económico, o evidenció las malas prácticas o la presencia del delito mientras ella estaba al frente del sindicato?
Se dice entonces que tanto los buenos como los malos manejos del sindicato son una situación dividida entre los agremiados y sus líderes. El gobierno federal no puede asegurar cuando un líder sindical hace bien las cosas o no; el caso fue ‘tratado como si el sindicato fuera una dependencia federal y como si los recursos debieran ser fiscalizados como una dependencia federal’.
A la fecha se ha comprobado que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación estuvo al tanto y aprobó todas las salidas de recursos, desviados teóricamente por Elba Esther Gordillo; incluso Juan Díaz de la Torre (líder del SNTE tras la caída de la maestra) reconoció ante un juez federal que a él no le constaba la existencia de un desvío de recursos del gremio.
Entonces, si el SNTE nunca presentó denuncia alguna por un hipotético desvío de recursos, ¿dónde queda el hecho de que anteriormente la investigación de la fiscalía descubrió entre los años 2009 y 2012 una trampa para el desvío sistemático de los recursos del sindicato a cuentas bancarias de Estados Unidos, Suiza y Liechtenstein?
Tras investigaciones, fue afirmado que una de las cuentas suizas estaba a nombre de una empresa cuya accionista mayoritaria era la madre de Gordillo (fallecida en 2009), además se descubrió que ese dinero era retirado mediante cheques de caja y servía para uso y disfrute de la maestra, desde pagos a una cadena de tiendas de lujo estadounidenses, gastos en clínicas de cirugía estética, la compra de dos mansiones en California o de obras de arte, hasta movimientos tan comunes como pagar las tarjetas de crédito.
A pesar de que la información bancaria recabada por la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda (UIF) manifestará la violación a los derechos fundamentales de la maestra Gordillo, ni la PGR ni la UIF son instituciones facultadas para realizar demanda, ni siquiera a través de documentación relativa a las operaciones bancarias de la maestra, que finalmente se encuentran protegidas por el banco.
En cuanto al delito de delincuencia organizada, el tribunal unitario resolvió que Elba Esther no pertenece a alguna organización delictiva, simplemente es miembro de un sindicato. No obstante, recordemos las cuotas obligatorias de los más de 1,5 millones de maestros, que eran recogidas anualmente por la Secretaría de Educación, luego, mediante un petitorio se entregaban a la dirección del sindicato.
Detención y absolución
Elba Esther Gordillo Morales fue capturada en febrero de 2013 por policías federales en el aeropuerto de Toluca, el primer y principal cargo que se le atribuyó fue el desvío de fondos por cerca de 2,000 millones de pesos provenientes de cuotas sindicales. Pocos meses después, la fiscalía –PGR- advirtió la acusación de un nuevo delito: un fraude fiscal de aproximadamente 160,000 dólares ocurrido en 2008.
Ahora bien, en mayo de 2017, el tribunal de la Ciudad de México la absolvía del delito de fraude fiscal. El tribunal tumbó las pruebas argumentando que tanto el SAT como la PGR no comunicaron en tiempo y forma las pesquisas a la demanda, impidiendo a la defensa presentar las aclaraciones correspondientes.
Tras cinco años y medio de detención y prisión domiciliaria (por cuestiones de salud), con más de 100 apelaciones y decenas de amparos, la acusación del Ministerio Público mexicano no logró siquiera una sentencia condenatoria en primera instancia en contra de la maestra Gordillo.
Desde el momento en que no se pudo comprobar el lavado de dinero se cayó también la acusación de delincuencia organizada, pero ¿y el enriquecimiento desmedido?